La ropa de trabajo para climas extremos está diseñada para proteger a los trabajadores de las condiciones ambientales adversas, ya sea en temperaturas muy bajas o muy altas. Aquí se detallan las características y consideraciones clave para ambos tipos de climas:

a. Ropa para Climas Fríos

1. Materiales Aislantes: Se utilizan materiales como el poliéster y la lana para proporcionar aislamiento térmico. Estos materiales ayudan a retener el calor corporal y mantener al trabajador caliente.
2. Capas de Ropa: La técnica de capas es esencial. Consiste en una capa base que absorbe la humedad, una capa intermedia que proporciona aislamiento y una capa exterior que protege contra el viento y la humedad.
3. Vestimenta Específica: Prendas como chaquetas, chalecos, cazadoras y ropa térmica son comunes para proteger contra el frío extremo [4].
4. Normativas: Existen regulaciones específicas que aseguran la calidad y eficacia de estas prendas en ambientes fríos, como las establecidas en la normativa ISO 20471 [6].

b. Ropa para Climas Calurosos

1. Materiales Transpirables: Se utilizan tejidos ligeros y transpirables como el algodón y materiales técnicos que facilitan la evaporación del sudor, ayudando a mantener el cuerpo fresco.
2. Diseño de Prendas: Ropa de colores claros, que reflejan la luz solar, es preferida. Los diseños suelen ser sueltos para permitir una mejor circulación del aire [2].
3. Protección UV: Es importante que la ropa incluya protección contra los rayos ultravioleta para prevenir daños en la piel.
4. Normativas y EPP: Igual que en climas fríos, existen normativas y estándares que regulan la vestimenta para climas calurosos, asegurando su eficacia y seguridad.

En resumen, la ropa de trabajo para climas extremos debe estar diseñada específicamente para las condiciones ambientales en las que se usará, empleando materiales y técnicas que aseguren la comodidad y seguridad del trabajador.

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